A menudo existe un gran desconocimiento sobre el procedimiento adecuado que debemos de llevar a cabo cuando en nuestro negocio se nos presenta un impago de un cliente.
En la gran mayoría de las ocasiones, cuando la deuda no es de un importe elevado, el cobro puede materializarse con tan sólo levantar el teléfono desde nuestra oficina e interesarnos por los motivos que han derivado en la devolución del recibo bancario que hemos emitido en caso de haber acordado esta modalidad de cobro, o bien por la inexistencia de una transferencia bancaria.
Es de especial importancia intentar resolver la situación de impago lo antes posible ya que de ello depende en una gran medida las posibilidades que tengamos de recuperación de la deuda que se nos adeuda a día de hoy.
Es más, está completamente demostrado que gestionar el recobro de la deuda dentro de los tres primeros meses maximiza los ratios de cobro más de un 50% respecto al momento en el que cruzamos este umbral. Por esta razón, reclamar una deuda rápido es vital si queremos lograr un cobro lo más pronto posible.
Cuando hemos logrado que la última persona responsable de la empresa que nos adeuda nos atienda, debemos de trasmitirle el hecho del saldo que existe a nuestro favor así cómo interesarnos en los plazos en los que va a ser solventado este problema que se nos ha generado.
Es importante además obtener del deudor un compromiso de pago firmado con una fecha concreta en la que haya de liquidarse el pago de la deuda. Para ello, puede redactarse un contrato de reconocimiento de deuda en el que pueden establecerse plazos de pago o en su defecto, una fecha tope para la liquidación total del saldo que se nos adeuda.
Si tras intentar el cobro de la deuda de forma interna, no logramos alcanzar el cobro del saldo, siempre es una buena opción recurrir a empresas de recobro especializadas que puedan ayudarnos en la gestión de cobro de este u otros saldos.
Son muchísimas las empresas de nuestro país las que cuentan entre sus proveedores habituales con empresas de cobro de impagos y facturas, ya que reclamar una deuda a un cliente puede convertirse en muchas ocasiones en una pesadilla para los departamentos contables además de una pérdida de recursos internos para la persecución del deudor.
Gracias a entidades de recobro, las empresas y profesionales pueden externalizar de forma correcta y ordenada sus saldos y facturas impagadas y pueden dejar de dedicar tiempo y recursos a perseguir los saldos impagados de los clientes que nos adeudan.
Muchas de estas empresas como es el caso de Cobratis, en el supuesto caso de tener que reclamar una deuda por la vía judicial, usan el afamado proceso monitorio, procedimiento estrella de la ley de enjuiciamiento civil que sirve para reclamar deudas de forma rápida y sencilla ante cualquier juzgado de España.
Solicitar el procedimiento monitorio a través de Cobratis es una labor muy sencilla, tan sólo han de detallarse los datos de la deuda y en menos de 5 minutos, se prepara toda la batería de actuaciones de recuperación orientadas al cobro de la deuda de forma extrajudicial.
Si por la vía amistosa no se obtiene el éxito esperado, será cuando se proceda con la vía judicial así cómo con el inicio del procedimiento judicial monitorio antes citado.
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