La morosidad comercial de España es altísima, importantísima y alarmante, ya que pone en peligro la existencia de las empresas, sobre todo de las pequeñas y medianas (pymes)”, asegura Barbara Weiler.
La portavoz del Parlamento Europeo que ha dado forma a la nueva Directiva comunitaria sobre morosidad comercial ha luchado contra la opinión de los todopoderosos Estados miembros –malos pagadores que demandaban laxitud–, pero sabe bien que “las pymes son el pilar más importante de la economía europea”, y se ha impuesto. La eurodiputada socialista alemana constata que “la nueva Directiva” –la primera modificación legal de los impagos comerciales después del Tratado de Lisboa–, recién aprobada, es más dura que la anterior: “Exigiremos que los morosos paguen intereses de demora del 8% más el tipo de referencia de refinanciación del Banco Central Europeo a seis meses [1%, actualmente]”. Es decir, un 9%. Fuente: Expansión.com