Tras el cierre del pasado tercer trimestre, el análisis de los datos de recuperación con los que opera Cobratis, revela un repunte de morosidad durante este trimestre.
Éste viene marcado por impagos en operaciones comerciales entre 900 y 4.000€ y con una antigüedad media de 0 a 6 meses con lo que se indica claramente que los acreedores ya no esperan dilatados tiempos de demora para solucionar el cobro de una factura.
También cobran especial importancia la gestión de cobro de impagos en alquileres cuyos propietarios aún no han abandonado la vivienda y cuyas cuotas impagadas ascienden a un término de entre 3 y 6 mensualidades no abonadas al propietario.
Respecto al pasado año, a nivel interno podemos notar un incremento en las tramitaciones pero si una bajada en las cuantías que se reclaman ya que las cuantías de más de 30.000€ para su reclamación se hacen más escasas siendo las de mayor importancia las deudas de tramos de menos de 3.000€ y con antigüedad joven o muy joven.
¿Cómo interpretar estas cifras?, estos datos nos dicen de una forma relativamente sencilla que los acreedores no están dispuestos a esperar al cierre de actividad o cambio de domicilio de sus deudores y que es indistinta la cuantía que se reclame ya que vemos un cambio de tendencia en los saldos reclamados ya que adquieren importancia las deudas de entre 900 y 4.000€ frente a las grandes deudas.