Posiblemente muchas de nuestras empresas si hacen cálculos del acumulado de facturas no cobradas, el resultado sea muy similar al del importe de un ICO o de una financiación que nunca llega.
Ante una situación en la que los bancos dan la espalda a la gran mayoría de las empresas que les piden crédito, se hace más que necesaria una vía alternativa de financiación. El cobro de facturas no abonadas y que han quedado guardadas en los archivos de la empresa han de desempolvarse para darle el trámite de recuperación oportuno ya que existe un máximo de 15 años para hacer efectivo el cobro de una deuda.
Muchos de nuestros clientes han logrado recuperar facturas que ya daban por perdidas y por tanto contar con una nueva liquidez que pueda hacer que el desarrollo de su negocio sea constante y productivo.