La falta de liquidez y las dificultades en el cobro de facturas, asfixian a las empresas españolas que no sólo ven caer sus ventas, sino que cada vez les cuesta más ejercer sus derechos de cobro.
Los retrasos en el cobro de facturas se ven incrementados en más de un 15% anual, para ello muchas empresas comienzan a fijar políticas de descuentos por pronto pago que sin lugar a dudas incentivarán el pago de facturas por adelantado.
Lo curioso es que los retrasos de pago de las administraciones públicas son los más escalofriantes pudiendo llegar a acumular deudas pendientes de pago de más de 5 años de antigüedad y a pesar de las reformas establecidas, los impagos siguen existiendo en su mayoría y no parecen vislumbrar una solución a corto plazo.
Lejos ha quedado ya una época en la que hablar de pagos a 90 días suponía un abismo temporal ya que actualmente quien llega a cobrar en este punto, ha de considerarse "afortunado".