Cómo medida de prevención ante impagos en este nuevo ejercicio, las empresas proveedoras han reducido notablemente los riesgos comerciales ofrecidos a sus clientes.
Donde antes había grandes líneas de riesgo llegando a estar fijados los pagos incluso a 180 días, se reducen los límites de compra así como también los plazos de pago.
Cómo contramedida muchos de los clientes advierten a sus proveedores de que reducirán por ende sus volúmenes de compra o bien, dejarán de comprarles mercancía.
Es muy complicado en la actualidad para los departamentos de compras y de ventas establecer las líneas adecuadas en este sentido, ya que restringir de un modo imperativo los riesgos conferidos, puede suponer una pérdida considerable de clientes en aras de prevenir potenciales impagos de facturas.
Quizás lo más adecuado sea restringir estas líneas de riesgo de forma escalada, para que aquellos clientes de buena fe no se vean afectados por estas medidas restrictivas.