Muchos acreedores personas físicas o jurídicas a veces no tramitan el cobro de sus deudas e impagados precisamente por no incurrir en gastos que muchas ocasiones pueden superar a la propia deuda en sí.
Esto ocurre cuando la vía procedimental en un juzgado deriva en procedimientos costosos y complicados que precisan peritaje, gastos extraordinarios y minutas de varios procedimientos derivados de ordinarios iniciales.
El proceso monitorio supone una gran ventaja en este sentido ya que el coste que va a suponer la interposición de este tipo de procedimiento de reclamación de deudas en el juzgado, va fijado de antemano según la tasa variable que se vaya a liquidar sin sorpresas posteriores.
Esto se debe a que el proceso monitorio gracias a su adaptación a las normativas europeas ya no tiene una limitación de cuantía. Recordamos que previamente habían existido limitaciones de 30.000 y más tarde de 250.000€, en la actualidad, pueden reclamarse deudas de cualquier tipo de importe.
Gracias a Cobratis, se ha logrado simplificar el proceso monitorio y ha sido posible ponerlo al alcance de aquellos acreedores que no desean incurrir en gastos de representación costosos pero que a su vez, quieren acudir a la justicia para que les ampare.