Desde que empezó en el año 2008 la actual crisis que aun sufrimos y atravesamos, las incidencias de cobro de facturas no han hecho más que crecer año tras años.
Y es que las relaciones mercantiles se encuentran en un punto de total desconfianza entre clientes y proveedores, los que en la captación de nuevos clientes ven a veces incluso un posible problema de impago a medio o largo plazo.
¿Cómo recuperar la confianza en las transacciones comerciales de nuestro país?. Esta es una cuestión que los economistas de nuestro país se plantean continuamente ya que el actual marco económico está lejos de favorecer un incremento en la confianza depositada en los nuevos clientes.
De este modo, año tras año la reclamación de facturas impagadas ha ido alcanzando máximos respecto a los años anteriores y por lo menos a corto plazo, no parece que se resuelva el asunto a menos de que cambie la actual legislación.