Muchas de las empresas mayoristas y distribuidoras en nuestro país se enfrentan a un dilema que está en plena actualidad: ¿Cuándo registro una primera incidencia de cobro con un cliente cómo he de actuar?.
Rara vez existan cero incidencias de pago con clientes, por lo que tener una única incidencia de cobro de facturas con un nuevo cliente, no debe suponer con carácter de inmediatez el romper relaciones comerciales con éste.
Cómo proveedor de productos o servicios, lo responsable quizás sea que tras detectar una primera incidencia de este tipo, es ponerse en contacto con el cliente para saber cual ha podido ser el motivo del impago de la factura y poder llegar a un entendimiento previo, a la modificación de riesgos comerciales, tareas de recobro o en última instancia, medidas judiciales en aras de recuperar esta deuda aún “salida del horno”.
En muchas de las ocasiones, resolver esta primera incidencia de pago puede ser una tarea de lo más sencilla ya que un cliente cuándo actúe de buena fé posiblemente argumente este impago a algún tipo de error en cuenta, descubierto o desconocimiento del día del cargo o del abono de la factura. Por nuestra experiencia siempre recomendamos a nuestros clientes que
Lamentablemente este tipo de comportamientos no son comunes a todos nuestros clientes, por lo que en muchas ocasiones esta primera incidencia de cobro en nuestra factura, devenga en una relación comercial con un cliente con tendencias al impago.
Si esta situación de deuda en nuestra contra es recurrente o bien se dilata en el tiempo, deberemos de actuar de forma rápida y contundente pues el tiempo en las labores de recuperación siempre juega a favor de quién primero mueve ficha.
Por este motivo la empresa deberá de tener completamente estructurado un protocolo de recuperación de facturas impagadas tanto interno como externo que permita una normalización de este tipo de procesos en la empresa, para que los saldos negativos por falta de cobro sean lo más bajos posible en los balances anuales y esta circunstancia afecte lo mínimo posible a la liquidez de nuestra empresa.