La vuelta al rigor, a los plazos y a la gestión de la empresa, trae consigo la necesidad de limpiar los saldos impagados acumulados en la empresa.
Por esta razón, muchas de las empresas españolas han escogido el mes de septiembre como mes de toma de decisiones sobre su cartera de impagos acumulada.
El cobro de los clientes que pasan a ser morosos es una de las primeras tareas a solucionar en la empresa.
El nuevo año judicial que empieza en este mes de septiembre prevé ser uno de los más marcados por reclamaciones de cuantía en los juzgados de toda España ya que la paciencia del acreedor ya parece haber tocado su fin.
