La morosidad comercial aún ha vuelto a incrementarse tras el cierre del último ejercicio.
Son muchas las empresas que a cierre del ejercicio 2012 han visto imposible poder hacer efectivo el cobro de sus facturas emitidas. La falta de liquidez y las facturas impagadas, han sido la despedida de año para muchos negocios y comercios españoles que ven seriamente afectada su tesorería.
Sin ir más lejos, el año pasado se cerraba el año con una morosidad comercial de más de 4 puntos por debajo de la actual, cosa que no pronostica la apertura de un buen ejercicio 2013.
El presente año será un año complicado en el que nuestras empresas y negocios deberán de ser especialmente cuidadosos con la elección de sus clientes, y deberán de replantearse sus políticas de cobro de facturas así cómo el adelanto de sus vencimientos.