La crisis empieza a hacer mella cada vez más también en las hipotecas de los particulares, cuya ratio de morosidad ha subido hasta el 3,069% al cierre del primer trimestre.
Los impagos en las hipotecas de las familias españolas siguen estando relativamente contenidos. La morosidad de este segmento está muy por debajo del promedio de la del sistema, que alcanzó en abril el 8,8%. Aún así, empieza a repuntar.
En marzo tocó 3,069%, el tras crecer 28 puntos básicos en un trimestre, según los datos publicados esta mañana por el Banco de España. Las hipotecas morosas suman 19.938 millones de euros, sobre un saldo crediticio total de 649.602 millones.
En línea con lo que ocurre para el resto de créditos a particulares, además, el grifo hipotecario sigue cerrado. El saldo cayó en marzo casi el 2% en tasa interanual y el 1% frente al trimestre anterior.