La macrooperación financiera del Gobierno para liquidar la deuda de las administraciones con sus proveedores no incluirá a las empresas ya liquidadas. Una distinción derivada del objetivo del plan: inyectar dinero fresco en el sector privado para tratar de dinamizar la actividad empresarial y frenar la destrucción de empleo.
En buena lógica, se prioriza el abono de las deudas con aquellas compañías que todavía están en disposición de contribuir al crecimiento en un contexto muy delicado para la economía española. Hoy la Comisión Europea publicará la revisión a la baja de sus estimaciones de PIB para la zona euro, que serán la base para la elaboración de los decisivos Presupuestos de 2012 y que, en el caso de España, podría más que duplicar su previsión anterior de caída de la actividad (-0,7%).