El Banco Central Europeo (BCE) ha sido el gran protagonista de la jornada en los mercados de renta fija y variable. La inyección de liquidez de 529.500 millones de euros que ayer practicó a 800 bancos de la eurozona se ha dejado notar en las cotizaciones bursátiles y en el mercado de deuda.
Hoy, el Tesoro español ha superado con éxito la primera prueba de confianza con una subasta de bonos con vencimientos en 2014, 2015 y 2016, en la que ha captado 4.500 millones de euro y ha logrado rebajar el coste de financiación a esos plazos. Ha sido la primera puja tras la gran subasta realizada ayer por el BCE, la segunda ronda de Long-Term Refinancing Operation (LTRO) que realiza el emisor europeo, consistente en la concesión de préstamos 1% a tres años.
El efecto se ha dejado sentir de forma inmediata en las primas de riesgo (diferencial entre la rentabilidad del bono a 10 años y el equivalente alemán) de la deuda española e italiana. Al igual que sucedió con la primera ronda de LTRO (que tuvo lugar el pasado 21 de diciembre por importe de 487.000 millones de euros), el destino de los fondos, además de cubrir vencimientos de los propios bancos, es la compra de títulos de deuda con rentabilidad superior al 1%, con el fin de obtener un beneficio en la operación.