Entre la espada de las reducciones de precio de los medicamentos y la pared de los impagos. Así se encuentran los grupos farmacéuticos en España, a los que las administraciones públicas adeudaban a finales del año pasado la friolera de 6.369 millones de euros, un 36% más que en 2010.
Si se considera que las compras de fármacos por los hospitales apenas crecieron un 1%, esto significa que la mayoría de los gobiernos regionales ha dejado, directamente, de abonar sus facturas. La dramática situación de los laboratorios se hace más patente en unos plazos medios de pago que superan con creces los 500 días y que en el caso de comunidades como Valencia, Baleares, Castilla y León o Cantabria se disparan más allá de los 800 días.