Las reuniones de vecinos de las comunidades costeras suelen darse en los meses de julio y agosto. Fruto de estas reuniones es la toma de decisiones sobre las acciones legales a llevar a cabo contra los vecinos morosos.
Como consecuencia de esta toma de decisiones anual, las acciones de recobro de impagados contra aquellos vecinos con saldos deudores con la comunidad, se dispara y se incrementa en más de un 80% que durante el resto del año.
Generalmente este tipo de conflictos quedan resueltos en primeras instancias debido a que en caso de acción judicial, la vivienda es el bien embargable más rápido y a mano sobre el que anotar un embargo.