Muchas empresas dedicadas a la conserva ahora cuentan con elevados incrementos en sus índices de impago de pequeños, medianos e incluso grandes establecimientos alimentarios.
La larga caducidad de este tipo de alimentos, permite en muchas ocasiones el retorno de la mercancía para que ésta pueda ser entregada a nuevos clientes sin ocasionar graves incidentes en la gestión de ventas de la empresa.
El problema radica cuando el establecimiento ni paga ni acuerda devolver la mercancía, en cuyo caso, estas empresas optan por intentar el cobro de estas deudas de clientes que debido a las circunstancias, han pasado a ser morosos.