Una de las dudas más frecuentes planteadas por muchos clientes, se basa en dar continuidad o no a la venta o prestación de servicios a clientes que han causado en alguna ocasión algún tipo de impago.
Realmente cada caso debe de ser analizado de forma pormenorizada ya que debemos de analizar cuáles han sido las causas que han motivado el impagado, así como también poder evaluar la capacidad de respuesta que ha tenido este cliente tras el impago de nuestra factura.
Con un análisis sencillo basado en estas dos cuestiones podremos saber en qué clientes podremos volver a confiar pues no ha de medirse por un mismo rasero a aquellos clientes morosos que han resultado serlo por causa forzosa que aquellos que no.
Tampoco podemos medir con la misma vara a aquellos clientes que nos han mostrado preocupación para saldar el impago a nuestro favor, respecto de aquellos clientes que han demorado el pago lo máximo posible.
No obstante también influyen otro tipo de valores a la hora de retomar la relación comercial con un cliente ya que existen otro tipo de variables no medibles cómo son la confianza, las relaciones personales y otros factores.
La pérdida de un cliente por nuestra desconfianza hacia este a veces no es lo más práctico para nuestro beneficio.