Bares, taperías y restaurantes cierran sus puertas diariamente en nuestro país ante la caída actual del consumo en este sector. Los mayoristas cárnicos sufren un aluvión de impagos devengados de estos cierres.
Muchos son las empresas relacionadas con la industria cárnica que nos contactan planteándonos sus actuales problemas de cobro de facturas impagadas. Ante todo ponen de manifiesto la incertidumbre de cobro en un sector cuyo suministro de mercancía regular parece no ser estable.
“En los últimos años hemos incrementado nuestros problemas de morosidad en más de un 50% al ser nuestro clientes negocios que cierran de la noche a la mañana”; Esta es la afirmación de uno de nuestros clientes llamado Carlos, gerente de una de tantas empresas del sector que atraviesan una situación similar.
Negocios hosteleros que han sido buenos cliente durante años, sin previo aviso dejan importantes volúmenes de facturas sin pagar y pasan a convertirse en morosos de sus proveedores.
Sin duda, esta situación pone de manifiesto que el consumo en este sector ha caído y que cabe en este momento más que en cualquier otro poner en práctica aquellas medidas de contingencia que puedan minorar los riesgos de impago.