Los 1000 millones de euros que se concederán en préstamos ICO a las pymes españolas servirán entre otras cosas para la reestructuración financiera de éstas para volver a ser productivas.
Ante la difícil situación financiera que atraviesan nuestras empresas, las últimas ayudas publicadas por el gobierno, supondrán un soplo de aire fresco para muchos negocios con difícil situación en términos económicos, y con capacidad limitada para activar sus ciclos de facturación de compras y ventas.
Esta ayuda será empleada por muchas empresas para la financiación de mecanismos de recuperación y de cobro de deudas. Cobrar a los morosos en la actualidad es tanto una prioridad cómo una obligación en las pymes y negocios españoles, por esto mismo, para poder llevar a cabo la inyección de nuevos activos, habrá que plantear nuevas inversiones orientas a la recuperación de deudas impagadas.
Las empresas de cobro de morosos, entre las que nos encontramos, debemos de plantear las soluciones más efectivas, económicas y ante todo ágiles, para que los clientes que nos contratan puedan recuperar todos o gran parte de los saldos que hasta la fecha no han podido recuperar.
El éxito de la gestión de cobro de estas empresas, supondrá la reactivación del flujo económico de los clientes que les confíen la reclamación de sus impagados.