En el sector de la educación, muchas son ahora las guarderías y centros de enseñanza infantil dónde ahora se registran problemas de morosidad.
Muchos de estos centros han dejado de percibir ayudas de la administración y para ello han tenido que afrontar un saneo de cuentas que ha destapado un volúmen de impagados bastante considerable de cuotas impagagadas por los padres de los alumnos. Expulsar a un niño de una guardería no es una medida ya que puede ir en contra de la correcta evolución del desarrollo del pequeño por lo que estos centros afectados optan por reclamar las deudas acumuladas de aquellos exalumnos y alumnos en activo.