Una sentencia quita papeleo y costes formales para cerrar contratos de arrendamiento financiero. Es la primera que también permite a empresas como Lico Leasing conservar los ‘privilegios’ de sus créditos en los concursos y cobrar antes. Las empresas de servicios financieros se han encontrado con un balón de oxígeno que les ha enviado el Tribunal Supremo y que agilizará muchas operaciones de financiación en un contexto difícil como el actual. El Alto Tribunal ha dictado la primera sentencia en la que establece que no hace falta inscribir un contrato de arrendamiento financiero –o leasing– en el Registro de Bienes Muebles para que el crédito que surja de ese contrato se considere privilegiado en un concurso de acreedores.
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El Supremo agiliza las operaciones de financiación para las pymes