Muchas empresas que no reclaman sus facturas impagadas, no saben que el hecho de no reclamar el cobro de estos impagos, supone una importante pérdida potencial de liquidez para la empresa ya que aún a día de hoy no se llegan a reclamar más del 60% de las facturas impagadas en términos generales.
Esto se traduce en muchísimos miles de millones de euros que quedan en estado de impago y que de haber sido reclamados por sus acreedores, una gran parte se habría transformado en nueva tesorería para el negocio.
Índice del artículo.
¿Facturas sin reclamar?
Son muchas las facturas impagadas que acumulan polvo en los cajones y archivos de los departamentos de administración y finanzas. Lo que pocos administrativos y contables contemplan es la posibilidad de que se pueda convertir en nueva liquidez y tesorería para la empresa.
Las estadísticas son demoledoras y es que está más que demostrado y constatado que la gran mayoría de los negocios de nuestro país tienen o han tenido en alguna ocasión facturas impagadas que no han sido reclamadas ante el deudor.
Sin embargo, otras muchas empresas ya cuentan con lo que se denomina una “tolerancia cero” ante los impagos de clientes llegando a reclamar la deuda en el momento que esta llegue a producirse en una primera factura y aunque la cantidad que ello suponga sea de reducida cantidad.
¿Cómo puedo cobrarlas?
Para cobrar facturas impagadas existen multitud de métodos y técnicas que pueden ser de carácter interno o externo. Es de vital importancia que desde la propia empresa ya se empiece a contar con la formación precisa para el recobro de facturas impagadas.
Contando en que siempre existen clientes que van a plantearnos problemas de pago, disponer de un protocolo de cobro de impagados definido nos ayudará para cobrar nuestras facturas impagadas de un modo interno y de una forma efectiva.
No obstante, no siempre es eficaz esta metodología de recobro interno y en muchas ocasiones ha de recurrirse a empresas de recobro especializadas que nos ayuden en la fase externa de la recuperación de nuestros activos y el impago de nuestras facturas.
Existe una gran oferta de empresas de cobro de morosos, recobro de impagados así cómo gabinetes jurídicos especializados en cobrar deudas e impagos.
En función de nuestros intereses cómo acreedores, podremos escoger la empresa que más se adapte a nuestras necesidades.
Conclusiones
Una factura impagada siempre es un daño a nuestra tesorería y el acumulado de este tipo de incidencias, puede devengar problemas de mayor envergadura para la gestión de nuestro negocio e incluso la quiebra del mismo si las facturas impagadas resultan ser de una cuantía que pueda dañar nuestro músculo financiero.
Contar con las prácticas de recobro de deudas adecuadas y ser tajantes en el cobro de nuestras facturas nos hará acreedores fuertes ante los potenciales deudores y reduciremos los riesgos de impagos futuros.
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