La medida anunciada ayer por los principales bancos centrales supone una bocanada de aire fresco para el Tesoro español, que hoy afronta una subasta de bonos en la que pretende captar casi 4.000 millones de euros.
Después de conocerse la noticia, los inversores optaron por la compra de deuda española, lo que produjo una rebaja proporcional en la rentabilidad de dichos bonos. El Tesoro se ha puesto como objetivo para la subasta de hoy captar entre 2.750 y 3.750 millones en bonos a cuatro, cinco y seis años. El plan inicial era emitir deuda nueva a tres años, pero la crisis hizo cambiar de estrategia y subastar bonos antiguos.