Trabajadores de los Centros de Enseñanza Infantil de la Comunidad Valenciana y padres con sus hijos se han concentrado este jueves frente a la Conselleria de Educación para denunciar los impagos del Bono Infantil desde septiembre del pasado año, una deuda que asciende a cerca de nueve millones de euros.
Alrededor de 400 personas, según han señalado fuentes de algunos centros, han participado en la protesta, en la que portaban carteles con frases como 'Cortando las ayudas, cortas nuestro futuro' o pidiendo que no quiten a los niños el 'Derecho de una buena educación'.
La consellera de Educación, María José Catalá, ha afirmado en un encuentro con periodistas que el Gobierno valenciano está elaborando un calendario de pagos y que realizar los pagos adeudados es una de sus "máximas prioridades".