La grán mayoría de las empresas y profesionales españoles no cuentan con políticas de prevención de impagos así cómo planes de contingencia establecidos para la recuperación de deudas impagadas.
Cada día se hace más necesario en los negocios de pequeña y mediana dimensión definir unas prácticas concretas de recuperación de activos. Pese al incremento en los índices de morosidad en la gran mayoría de las transacciones comerciales, aún no exisiten protocolos claros y concretos para el recobro de deudas impagadas.
Estos mecanismos deben de ser estandarizados, completamente definidos y escalables de forma que exista una casuística a seguir paso a paso desde el primer atisbo de impago, hasta las últimas instancias en las que pueda desarrollarse un proceso de recobro ante una administración de justicia.
Formación, herramientas internas y subcontratación u outsourcing así cómo también optimizar los recursos de personal, son las claves para sentar unas bases de actuación ante posibles incidencias de cobro.