Con la prima de riesgo desbocada, el Gobierno necesita fuentes de financiación baratas y a corto plazo, por lo que, a golpe de reforma fiscal, ha convertido a las empresas en improvisadas prestamistas de la Hacienda Pública. Las compañías del Ibex tendrán que adelantar, en el pago correspondiente a octubre, más de 2.400 millones de euros, es decir, mil millones más de lo que estaba previsto en el primer trimestre, cuando ya se les exigió un esfuerzo extra.
El Gobierno quiere dejar claro que no se trata de pagar más impuestos, sino de hacerlo antes, incluyendo partidas que están exentas de tributar y sin contemplar desgravaciones. A mediados del año que viene, llegarán los ajustes fiscales y Hacienda devolverá lo que corresponda a cada compañía al liquidar el Impuesto de Sociedades. Pero, hasta entonces, utilizará esos fondos para atajar el déficit público.