El sector de la distribución de gasolinas y gasóleos pasa por un bache en el cobro de facturas a cliente puesto que en el mercado de distribución paralelo a las estaciones de servicio se están dando cuantiosos impagos de facturas en todo el territorio nacional.
La distribución de gasóleo orientado al uso doméstico y empresarial acumula de grandes impagados por parte de muchos de nuestros clientes que ven en la entrada de este presente año un incremento en las cuotas de morosidad acumuladas.
Generalmente cuando los deudores son particulares y la deuda no es de una cuantía muy elevada, con tan solo hacer un requerimiento extrajudicial desde nuestro gabinete jurídico suele ser más que suficiente para que la deuda quede regularizada.
Esta situación se complica para operaciones mercantiles de grandes volúmenes que en muchas ocasiones hay que agotar todas las vías judiciales hasta poder instar un embargo preventivo sobre los bienes del deudor.
Cómo suministro energético, los impagados también están presentes y la situación actual que atravesamos ha de estudiarse como forma de replantear las políticas de cobro para este tipo de empresas que quizás deban de adoptar precios o condiciones preferentes por pronto pago para incentivar así a los clientes.