Si hay algo de lo que tenemos mala fama en España es en materia de impagos de facturas a proveedores. Realmente no es que seamos peores pagadores que en otros países, sino que en nuestro país hay mayor permisibilidad por parte de los acreedores.
La firmeza cómo acreedor a nivel social nos puede llevar a obtener mejores resultados de cobro de deudas si establecemos políticas de cobro severas sobre nuestras facturas.
La confianza cliente-proveedor y los lazos afectivos que se crean e n las relaciones mercantiles, a veces lleva de la mano la plasticidad en nuestras normativas de cobro de facturas.
Realmente no es que seamos peores pagadores que en otros países, sólo que no somos lo suficientemente estrictos en ocasiones con nuestros clientes en establecer normativas más severas en el cobro de nuestras facturas.