Las redes comerciales presenciales de las grandes empresas son las que hasta la fecha habían captado clientes para la matriz a la que representaban y comisionado por ello.
La actual situación ha establecido nuevas políticas en los órganos de administración de muchas empresas a través de las cuales, sus representantes comerciales asumirán el posible riesgo de impago que pueda acarrear el cliente captado.
De modo que una vez se genera el impago, la matriz descuenta el total de la factura de la cartera de beneficios del comercial siendo este el perjudicado por la deuda.
Y es que esta situación tiene doble lectura ya que con sistemas de comisión tradicionales, muchas de las ventas realizadas eran fallidas y para evitar esta situación, las medidas adoptadas pretenden de las redes comerciales que filtren a sus clientes y que persigan el total pago de la deuda a fin de evitar penalizaciones en el abono de comisiones.