La tasa de morosidad mantiene su imparable escalada. En septiembre encadenó el cuarto máximo histórico consecutivo, hasta llegar al 10,71%. De mantenerse el ritmo actual, el volumen de créditos impagados rozará los 200.000 millones al cierre del 2012, desde los 182.226 millones actuales.
La rueda la morosidad sigue girando de forma inexorable: la economía en recesión agrava la congelación del mercado de la vivienda; la ínfima venta de inmuebles hunde las cuentas de promotoras y constructoras, y sus impagos acaban socavando los balances de las entidades financieras.
La rueda comenzó a girar hace cuatro años -cuando la crisis financiera internacional llegó a las costas españolas- y, desde entonces, su avance ha sido exponencial.
En septiembre, el ratio de morosidad de la banca volvió marcar un máximo histórico, tras alcanzar el 10,71%, según los datos divulgados ayer por el Banco de España. Un mes antes, ese ratio era del 10,52%.
De acuerdo con todos los expertos consultados, este parámetro se mantendrá en terreno de máximos durante muchos meses. La razón es sencilla: el volumen total de créditos seguirá menguando, a medida que la economía española se vaya desapalancando y, además, el deterioro de la coyuntura económica seguirá incrementando en los impagos.