Tal y como viene ocurriendo todos los años en este mes de agosto que hoy se inicia, muchos clientes nos plantean el ejercicio interno de sacar del cajón todas las facturas impagadas y saldos pendientes de cobro para darles el curso oportuno.
La bajada de actividad regular de la empresa permite ceder tiempo a los departamentos de administración y contables para poder evaluar con detenimiento que facturas son las que deben de gestionarse su recobro y aquellas que pueden ser cobradas aún sin necesidad de interposición de acciones de recuperación de la deuda.
Dónde antes en esta época veraniega había un descanso íntegro de toda la actividad de la empresa, ahora la tendencia desde la actual crisis económica que atravesamos es la del uso del mes de agosto para analizar, interpretar y solucionar los problemas de cobro de morosos que atraviesa la empresa.
Este es un ejercicio más que necesario en los tiempos que ahora corren ya que este es un buen momento para reestructurar las políticas de cobro y de recuperación de la empresa de cara al inicio de un septiembre con menos fallidos y mayores índices de recuperación de estas facturas impagadas.