Muchos establecimientos en España son los que han ofrecido la venta de sus productos de forma aplazada durante estos últimos años. El problema se inicia cuando al cabo de unas cuotas pagadas, el cliente deja de pagar.
Como norma general esto ocurre en mueblerías, tiendas de electrodomésticos y establecimientos similares.
Al cabo de unos meses al corriente de pago, comienzan a detectarse las primeras dificultades de pago por parte del cliente al que se le financia la compra la gran mayoría de las ocasiones al 0% de interés.
Por esta razón, los establecimientos que quieran llevar a cabo esta modalidad de pago deben de documentar estas compras con contratos y a ser posible emitiendo recibos bancarios cuya devolución sirva de prueba ante un posible proceso de reclamación que pudiera iniciarse con el cliente moroso.
La venta del producto no es la única dificultad con la que tienen que lidiar estos establecimientos diariamente. Las facturas impagadas y el cobro de morosos son obstáculos añadidos al día a día el funcionamiento de los establecimientos comerciales en España.