El recobro de una deuda se produce cuando el cobro inicial de la misma según las condiciones pactadas con el deudor ha resultado fallido.
A partir de este punto, es cuando se genera una deuda o un derecho de recobro de ésta ya que tras el vencimiento del cobro se ha generado un saldo impagado por quien pasa de ser un cliente a un deudor.
En este punto el acreedor puede optar por utilizar sus propios medios para el recobro de la deuda o bien contar con un gabinete jurídico o empresa de cobro de impagados externa cómo Cobratis.
Para los acreedores el tiempo juega siempre en contra ya que cuantos más días pasan desde que se generó el derecho de cobro de la deuda, mayor es la dificultad real que existirá para el recobro de la misma ya que intervienen factores externos.
El cierre de las instalaciones del deudor, el cambio de dirección, el cese de actividad y otras circustancias son precisamente el motivo de que la deuda deba de ser reclamada lo antes posible para que la recuperación sea lo más rápida y exitosa posible y el deuda pueda ser cobrada cuanto antes.