Tal y cómo ocurre todos los años, el cierre del segundo trimestre del IVA coincidirá con intentar sanear las cuentas antes de entrar en el mes de agosto lo que supone un incremento en las reclamaciones de facturas impagadas.
Generalmente muchas de las deudas que no han sido cobradas en otras fechas del año, durante el mes de julio suele ser el momento elegido por muchos acreedores para activar los mecanismos de recobro oportunos antes de que el mes de agosto comience.
Esto se debe a que la gestión de vacaciones, poca actividad de las empresas durante este mes de agosto y el parón de los juzgados en este mes sea un sumatorio de circunstancias que obliguen a agilizar los trámites de recuperación para que se encuentren en estado avanzado a la vuelta de vacaciones y que no demoren más así los saldos que no han sido cobrados.