Finalizado el verano y a la hora de hacerse efectivo el cobro de facturas de pescados y mariscos, los distribuidores de género comienzan a sufrir los primeros impagos de esta época.
Restaurantes, bares y comercios han de hacer efectivo durante el mes de septiembre y octubre el pago de las facturas del suministro de pescado y marisco servido durante la abundante demanda del verano.
En sólo dos días de septiembre nos toca analizar el reclamación de deudas por parte de estos mayoristas y distribuidores de género ya que este cambio respecto a otros años puede ser indicativo de que las formas de pago también han de cambiarse en un sector en el que generalmente no han existido problemas de cobro.