Muchas empresas y profesionales, ante la situación de la acumulación periódica de facturas impagadas cuyo recobro no es tramitado pasan a un estado de impago o pérdida según el sistema financiero de la compañía.
Nosotros cómo empresa especializada en cobrar deudas nunca podemos aconsejar a una empresa a llevar el impago de varias facturas a un balance de pérdidas en la empresa ya que realmente no es una pérdida sino un saldo impagado.
La factura impagada nunca debe de contabilizarse como pérdida ya que además de los efectos nocivos para la presentación de cuentas anuales, estas facturas impagadas al llevarse a pérdida dejan de ser tramitadas para una posible acción de cobro de la deuda.
Muchas empresas han llegado a rescatar facturas impagadas de balances de años anteriores en los que estos impagos fueron asumidos cómo pérdida y lograr una inyección de capital fuera de todas las previsiones y balances al recuperar aquellas facturas impagadas que fueron dotadas en la empresa como pérdida.
Lo mejor, mas sano y aconsejable para la tesorería y balance de la empresa es cobrar deudas de formar recurrente a través de medios propios o externos que permitan el cobro de la deuda impagada en el menor tiempo posible y mejor aun si es dentro del mismo ejercicio económico.