Dar por perdido el cobro de facturas impagadas de fechas atrasadas suele ser uno de los errores más comunes que cometen las empresas y profesionales autónomos españoles.
A menudo, los acreedores de estos saldos antiguos creen de forma errónea que el recobro de estos saldos es un esfuerzo y un desgaste innecesario que no va a reportar ningún tipo de beneficio ni valor añadido a la empresa.
Nada más lejos de la realidad, llevar a cabo la recuperación de estos saldos, a menudo supone una inyección de tesorería con la que el acreedor no contaba ya que hasta 15 años de antigüedad, nuestra legislación nos permite reclamar las deudas y los impagos que se nos deben.
Por este motivo, en primer lugar, hay que trabajar de forma mensual con los impagos de la empresa y que de este modo, no se llegue a producir el acumulado de facturas impagadas que posteriormente, puede ser un problema a medio / largo plazo.
Sin embargo, si no hemos llevado a cabo estas medidas y contamos con una cartera de impagos con una antigüedad notable, tenemos la responsabilidad de intentar depurar en la mayor medida de lo posible los saldos impagados que se nos deben.
De este modo, siempre es completamente recomendable recobrar lo que se nos adeuda independientemente de la fecha en la que se nos generó el impago.
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