Al igual que en las relaciones humanas, en las mercantiles la confianza es un valor que puede recuperarse entre las partes siempre y cuando exista una voluntad firme y clara bilateral por las dos partes.
Es posible que un cliente nos haya dejado a deber en el pasado debido a una circunstancia ajena a su voluntad y motivada por una falta de liquidez puntual que quizás haya sido solventada a la hora de retomar las relaciones comerciales.
Retomar las relaciones mercantiles con un antiguo cliente fallido pasaría por las siguientes fases:
- Regularización del fallido anterior: Para retomar las relaciones mercantiles con un cliente que nos ha generado el impago en una o varias facturas será necesario que éste se ponga al día con la liquidación de estos saldos impagados anteriores.
- Reducir el riesgo y solicitar adicionalmente pagos por adelantado cómo garantía de cobro: Si nuestro antiguo deudor desea volvernos a comprar un producto o servicio deberemos de garantizar el cobro del al menos una parte de la factura por adelantado cómo prueba de confianza.
- Es bueno también recoger del cliente los motivos que devengaron el anterior impago y del mismo modo que argumente también los motivos por los que dicha situación de impago no volverá a ocurrir.
1) Una vez retomemos la relación normal con nuestro cliente podrán flexibilizarse las políticas de cobro siempre y cuando éste sea pleno merecedor de nuestra entera confianza.