Este sector ha experimentado un notable incremento en sus tasas de morosidad debido sobre todo al cierre masivo de negocios relacionados con la hostelería y restauración.
Desde que nació la actual crisis allá por el 2007/2008 en nuestro país han tenido que cerrar sus puertas miles de restaurantes, cafeterías, bares y pubs ya que el consumo ha caído estrepitosamente en este sector.
Los proveedores de todos estos negocios, han notado un tremendo varapalo en sus facturaciones puesto que ante el cierre masivo de establecimientos, así cómo la falta de liquidez de muchos de sus clientes, ha supuesto un gran recorte en sus ingresos así cómo ha incrementado sus problemas de cobro.