La deuda neta de las entidades financieras que operan en España con el Banco Central Europeo (BCE) se redujo en septiembre en 10.560 millones frente a agosto, un 2,7%. Aún así, sigue siendo superior en 5,4 veces a las que tenían en septiembre de 2011.
Desde octubre de 2011, cuando volvió a intensificarse la crisis de la deuda soberana europea, con España e Italia en el ojo del huracán, la dependencia de los bancos españoles de la liquidez que les proporciona el BCE no ha hecho sino crecer. En enero, cuando se recogieron los efectos de la primera subasta de liquidez a largo plazo (LTRO) que realizó el organismo que preside Mario Draghi, alcanzaron el récord histórico de 133.177 millones. Desde entonces, han ido escalando hasta los 388.736 millones de agosto.