El BCE apenas ha enfriado el apetito por la deuda alemana a corto plazo, a diferencia de lo sucedido la semana pasada con su deuda a largo, cuando la demanda no cubrió ni siquiera el importe previsto. Hoy Alemania ha vuelto a colocar letras a seis meses con intereses negativos, y sin grandes problemas de demanda.
En el más corto plazo continúa la incertidumbre en el mercado de deuda. Prueba de ello es que en la subasta celebrada hoy en Alemania los inversores han aceptado 3.600 millones de euros en letras a seis meses con intereses negativos.
La rentabilidad media se ha situado en el -0,015%, inferior, en todo caso, al -0,05% registrado hace un mes. Pero entonces las peticiones cubrieron la oferta 1,3 veces, por debajo de las 1,5 veces contabilizadas en la emisión de hoy.
El apetito por la deuda de Alemania a corto plazo contrasta con el revés que registró el miércoles pasado en su subasta de bonos a diez años. Las peticiones alcanzaron solo los 3.930 millones de euros, lejos de los 5.000 millones previstos de adjudicación.