La responsabilidad subsidiaria de los administradores de las sociedades para con sus acreedores, dará mayores garantías de liquidez para ejercer el derecho de cobro de una deuda.
Gracias a esta reforma de la ley, los acreedores ya no sólo reclaman su deuda contra la empresa que les debe. La responsabilidad del administrador para responder en su caso, con sus propios bienes y patrimonios será crucial para muchos acreedores con deudas pendientes de cobro.
Lejos quedan ya las sociedades limitadas pantalla a través de las cuales los saldos acreedores se agolpaban estrepitosamente sin demasiadas garantías de cobro futuro.
Esta reforma dotará de mayor grado de responsabilidad social a los empresarios que ya tendrán limitadas las operaciones fraudulentas y sobre los que se mirará con lupa los delitos de alzamiento de bienes para eludir responsabilidades con sus acreedores.